Se trata de una reforma que emana limpieza y cambio y convierte una casa nuevamente en un hogar.
Conseguimos un amplio, limpio y espacioso salón-comedor, donde poder desarrollar cómodamente el día a día en un espacio diáfano y desahogado, pensado para el disfrute.
El lavado de cada ofrece una casa actualizada, nuevos suelos, paredes blancas y lisas, puertas y ventanas renovadas necesarias en algunas ocasiones para volver a empezar con energía.
Un proyecto donde creamos atmosferas fluidas aprovechándonos de las cualidades que nos ofrecen las paredes de cristal, como el espacio de trabajo que se adapta a las necesidades del usuario.